Si naciéramos muertos, fuéramos eternos, libres, primitivos…
Caminaríamos entre los bosques hasta tapizar la tierra y el cielo.
Si naciéramos muertos, fuéramos eternos, libres, primitivos…
Nadaríamos en el agua, dulce o salada –no importa – nadaríamos; sin ropa, invisibles, combinados con el agua transparente.
Si naciéramos muertos, fuéramos eternos, libres, primitivos…
Viajaríamos donde no existe la noche, donde siempre es de día.
Si naciéramos muertos, fuéramos eternos, libres, primitivos…
Te besaría sin cortesías, sin costumbrismos, te besaría hasta hacer un solo cuerpo con el tuyo y el mío.
Si naciéramos muertos, fuéramos eternos, libres, primitivos…
Fluiríamos como el aire que respiran, como seres que sin estar, tienen vida.
Por: Víctor Villanueva.
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