domingo, 29 de enero de 2012

Dos

Eres imperfec- y me encantan tus ojos
grandes y ovalados
Eres peque- y me encanta la simetría  de tu cuerpo
en los diferentes costados
Eres roe-, y me encantas con tus dientes incisivos
al salir de los labios divididos
No ríes a menudo, pero cuando lo haces, me encanta el arco
que forman tus párpados
En pocos días me has encantado
me he ilusiado. Y tu 'a vaya' de respuesta
a mi cuerpo y mi mente han dejado silenciados
Pero para conocer a alguien
debe haber dos involucrados
Y con esa respuesta, no sé si deba continuar siendo un encantado.



Por: Víctor Villanueva

jueves, 26 de enero de 2012

Preso

Es la jaula de gruesos barrotes y de frío hierro
Manteniéndome atrapado junto a perversas compañías
Intento moverme, intento escapar
Mientras más lo intento, me lastiman más.

¿Qué más vulnerable se puede ser en la vida?
Cuando la fragilidad me desgasta todos los días
Donde mi consuelo son las lágrimas
Porque mi muerte la estoy viviendo en vida.

Por: Víctor Villanueva

domingo, 15 de enero de 2012

Encuéntrate, recógete y valórate

Usualmente nos perdemos, olvidamos y luego desesperamos por encontrarnos nosotros mismos. Una de las expediciones más grandes que un ser humano puede atravesar, es la búsqueda interior, quizá por encontrarse rodeado de obstáculos internos y externos que impiden  tu propio encuentro.  Pero cuando finalmente te hayas encontrado, trata de no volver a perderte, de no olvidar quién eres y hacía donde ibas. 


Mientras sientas que un terremoto, una tormenta o un huracán te han debilitado interiormente, en ese instante sabrás que es momento de enfrentar un nuevo reto, porque es aquí cuando el mundo conspirará porque debilites, porque caigas, fracases y abandones; sé fuerte no desfallezcas, no te compadezcas de ti mismo, recógete y anda.

Ya has pasado mucho,  ahora valórate a ti mismo, porque nadie lo hará mejor.

Por: Víctor Villanueva

miércoles, 11 de enero de 2012

¿Piensas que estudiar Comunicaciones es fácil?

¿Piensas que estudiar Comunicaciones es fácil?


Pues te invito a que tomes una simple y buena fotografía, con al menos excelente ángulo y encuadre; espero que sepas de lo que estoy hablando. Quiero que escribas un ensayo. No, mejor algo más fácil, un párrafo coherente y sin errores ortográficos. Te reto a que hables con buena dicción y excelente articulación, tal vez así logro entender algo de lo que tú hablas. Descubre lo que verdaderamente esconde un párrafo entre sus palabras (no es el juego: encuentra las diez diferencias ok?).Deseo que este día seas un poco analítico y verdaderamente crítico, para que descubras que estudiar Comunicaciones no es cosa fácil.


Por: Víctor Villanueva

miércoles, 4 de enero de 2012

El asesinato de Carlos

Él moriría aquel día. El atardecer, la calle y el reloj sabían que ese día era el final para Carlos, el joven que recientemente había empezado a trabajar en una pequeña fábrica capitalina, que escondida entre el humo y el ajetreo de la ciudad, guardaba también a un asesino, que bañado por la envidia sería guiado a matar al joven de apenas 21 años.
Era un día como cualquier otro, Carlos se levantó a las 5 de la mañana para bañarse, hacer los mil y un oficios, desayunar y después alimentar a su madre que sufría de una artritis deformativa, y que desde hace un par de años dejó de valerse por sí misma.
Carlos recibió un mensaje de su novia que decía: “Mi amor te deseo un bello día. Te voy a hablar en la noche xq te tengo una sorpresa” al mismo tiempo se dio cuenta que faltaban 20 a las 8 y que sí no corría, llegaría tarde al trabajo.
Se despidió rápidamente de su madre, mencionándole que no se preocupara si venía un poco tarde, porque era día de pago y el tráfico iba a ser un caos.
Abordó el bus, pagó la “cora” al cobrador y viajó por todas aquellas calles llenas de hoyos, que hacían mecer el autobús y desgataba más rápido las llantas. Llegó temprano a la fábrica, se dirigió a su espacio para iniciar la explotación o lo convencionalmente llamado trabajo.
Julio era un empleado que en secreto odiaba a Carlos, porque recibía méritos y elogios de su jefa, quien le guardaba especial estima por ser no sólo un ejemplar trabajador sino un joven capaz de salir adelante.
Luego de la larga jornada, como todos los 15 a las 4:00 pm, los empleados hacían su fila para recibir el pago de la quincena. Carlos recibió lo suyo, salió de la fábrica pasando por dos cuadras que tenían las paredes grabadas de letras, cuando llegó al largo y solitario callejón, dos hombres se le acercaron, uno de ellos dejó entrar en la cabeza de Carlos, dos balas cargadas de pólvora, que hicieron una lluvia con la sangre del joven.
Los asesinos corrieron, uno de ellos era Julio, quien ahora llevaba el doble de su quincena en el bolsillo…
Y así termina la historia. No solamente con una vida, sino también con  una madre tendida en la cama, una novia con la esperanza de formar una familia y un hijo que nunca conocerá a su padre.


En El Salvador la violencia y la falta de valores han llevado a una multiplicación diaria de asesinatos de jóvenes; es tarea mía, tuya y de todos ayudar para que la violencia termine en nuestro país. ¿Y cómo empezamos a ayudar? Dejando de discriminar y lastimar, dejando de reconocer mejores y peores; dejando de declararnos superiores, porque en realidad todos somos inferiores; recordando que todos somos hermanos, y manteniendo siempre la conciencia y justica en nuestros corazones.
¡PAZ EN EL SALVADOR!

Por: Víctor Villanueva