Yo, quien tan solo
escribo…
Tú,
el que se cree único, el que olvida que
allá afuera hay muchos parecidos; que sueñan, que comen, que sienten, que nacen
y que mueren. Tú, el que estás encerrado en la casa o en el auto, el que olvida
que allá afuera hay una vida, que sin pedirte ayuda lo está haciendo…
Él,
el que creó todo a lo que llamamos nuestro, el que juzga el pecado, el que
acuñó el amor, el que castiga, del que hablan los domingos, y al que olvidan
los viernes… Aquel por quien piden que
diezmes…
Ella,
la puta, la que parada en la esquina se vende por 10, por 20, por cuanto cueste
alimentar a su hijo. Ella, la que vendiendo sus manos te sirve en la mesa, a la
que ves en la calle y no la saludas, por
negra, por autóctona, por parecerse a la india que violaron los
españoles…
Ellos,
por quienes das un voto, por quienes llevan un título político para que
administren, para que roben…
Vosotros
o ustedes (como os guste, como les guste) quienes han olvidado la esencia,
quienes viajando por el mundo para encontrarse, se pierden. Ustedes que son
como yo, como él, como ella y no como ellos. Ustedes que han buscado una salida
al tormento; recaen en el tormento…
Nosotros,
quienes estando en soledad somos buenos.
Por:
Víctor Villanueva.
